Ejercicio animal
La cantidad apropiada de ejercicio depende de la raza, aunque en términos generales una práctica regular debiera implicar un paseo diario de al menos cuatro manzanas. No es necesario trotar, pues entre saltos, tirones, idas y venidas, el can se mueve más que su guía. Tampoco hay que caer en extremos, como amarrarlo a la bicicleta y pedalear durante media hora a 40 km/hr o soltarlo en la playa para que corra desesperadamente tras el jeep. Aunque sea un perro grande y adaptado de forma paulatina a estos ejercicios, no se le puede comparar con una máquina. La velocidad del vehículo, entonces, no debe superar su capacidad. El es un cazador de tramos cortos, no un corredor tan veloz ni de largas distancias. Al igual que en el ser humano, hay que ser cuidadoso con las prácticas intensas una vez a la semana si es que el organismo no está acostumbrado al ejercicio regular: un perro, con tal de complacer a su amo, es capaz de cualquier sacrificio y, en teoría, podr a incluso llegar a sufrir un paro cardíaco. Lo esencial, por lo tanto, es usar el buen criterio. Jugar con la pelota, por ejemplo, puede ser una gran idea, pero si vemos que la mascota ya jadea en exceso, puede ser el tiempo de parar. En especial, si es mayor o sufre de algún mal cardíaco o musculoesquelético crónico.
Nuestra Sede
Teléfono : (091) 6919833
Bogotá
Colombia
Sur América
Mails de contacto :
Productos hechos por veterinarios para veterinarios.
Impactos: 190